El simbolismo de la Serpiente

 

 

Según los relatos bíblicos del cristianismo, Adán y Eva fueron los primeros seres humanos sobre el planeta; poco después de que Dios creó el mundo hizo el jardín del Edén, un lugar hermoso con abundante vegetación y diversas especies animales. Aquel lugar sería el hogar del primer hombre y la primera mujer, la única condición que deberían respetar es que podían comer los frutos de cualquiera de los árboles que ahí se encontraban, con excepción de un árbol que Dios había reservado para sí, dijo que si comían de aquel árbol podían morir.

 

A pesar de la advertencia, se dice que Eva tenía curiosidad por comer el fruto de aquel árbol, instantes después apareció una serpiente que le habló y le dijo que no había nada de malo en que comiera, además de que debería invitar a su pareja a disfrutar de aquel fruto; y así lo hizo, fue en búsqueda de Adán y juntos decidieron comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Al enterarse Dios de que habían desobedecido sus ordenes fueron expulsados del jardín del Edén.

 

 

Aquel acto en el que Adán y Eva comieron del fruto prohibido se le conoce como el pecado original, la serpiente había sido manipulada por el maligno tentando a Eva para desobedecer la orden de Dios. 

 

Esta historia es la razón por la que a las serpientes se les relaciona con el mal hasta nuestros días, sin embargo, deberíamos entender que aquel animal fue manipulado por Satanás, lo mismo pudo manipular una gallina o un pájaro, pero fue una serpiente, y eso ha sido suficiente para estigmatizar a estos pobres reptiles que tienen tanto derecho como cualquier otro ser vivo.

La manera en como se simboliza a la serpiente depende de cada cultura, para H.P. Blavatsky la serpiente representa la seducción de la fuerza por la materia, se le relaciona principalmente con el principio femenino que se desliza en la materia y el mal, aunque hay que reconocer que esta antigua visión de la serpiente no debe ser muy agradable para algunas feministas de hoy en día.

Por otro lado, la serpiente puede tener diversas cualidades como un animal dotado de una gran fuerza magnética, su cambio de piel puede significar la resurrección, por su carácter reptante y por sus anillos estranguladores puede representar a la fuerza, y por su peligrosidad, el lado maligno de la naturaleza.

Simboliza la fuerza vital que determina nacimientos y renacimientos, por ello se identifica con la Rueda de la Vida. La leyenda de Buda dice que la serpiente circundó siete veces su cuerpo, pero no pudiendo vencerle, se transformó en un joven que se inclinó ante Gautama. Esta identificación de la serpiente con la rueda la podemos ver expresada gráficamente en los símbolos gnósticos del Ouroboros o serpiente que se muerde la cola representando el tiempo y la continuidad de la vida. En algunas representaciones de este símbolo la mitad del cuerpo del reptil es clara y la otra oscura, tal y como sucede en el Yin Yang que significa la contraposición del principio activo y el pasivo.

 

símbolo ouroboros

 

En el caso de la leyenda de Adán y Eva, el árbol como unitario representa el principio masculino y la serpiente enroscada al principio femenino.

Otro de los símbolos más conocidos en donde aparece la serpiente es El Caduceo que desde el punto de vista esotérico, la vara representa al eje del mundo y las serpientes a los lados aluden a la fuerza Kundalini que, según las enseñanzas tántricas, permanece dormida y enroscada en la base de la columna vertebral hasta que por medio de la meditación constante se logra despertar y avanzar por cada uno de los chakras alcanzando la iluminación.

Caduceo

 

Como podemos ver, la serpiente puede simbolizar aspectos más positivos que van más allá de la simple visión de la representación del mal, tal y como ocurre con esa imagen fantástica que se le da a los famosos seres extraterrestres conocidos como reptilianos de los que algunos teóricos aseguran somos descendientes.

Fuente: Diccionario de Símbolos

Juan Eduardo Cirlot

Editorial Labor S.A.