Los Actos Infames de la Inquisición
La tortura es tan antigua como la civilización misma. Los registros más antiguos provienen de Mesopotamia, Egipto y Grecia. Los egipcios empleaban castigos físicos severos para obtener confesiones, mientras que los griegos, aunque más filosóficos, también utilizaron la tortura.
En la Antigua Roma, los esclavos y criminales eran sometidos a brutales métodos, como el cruxifixio (crucifixión), una de las formas de ejecución más infames. El derecho romano establecía la tortura como un medio legítimo para obtener pruebas en casos graves. Los ciudadanos romanos eran, sin embargo, mayormente inmunes a estos castigos, mientras que los esclavos y extranjeros sufrían las peores crueldades.
Muchos años más tarde, la Edad Media fue conocida por llevar la tortura a niveles sistemáticos e institucionalizados, en particular a través de la Iglesia Católica y la Inquisición. Durante este período, la tortura se justificaba con fines religiosos para erradicar la herejía. El miedo al demonio y la obsesión por la brujería llevaron a la caza de brujas donde la tortura fue el principal medio de interrogatorio.
La Inquisición, como decíamos, establecida para combatir la herejía, se convirtió en uno de los periodos más oscuros de la historia occidental debido al uso sistemático de la tortura. Estos métodos no solo buscaron obtener confesiones sino también infundir miedo y controlar a las masas.
Aquí compartimos solo algunos de los métodos de tortura más conocidos que supuestamente formaron parte de los castigos de la Inquisición, aunque debemos destacar que hay historiadores que indican que varios de los instrumentos de torura que se relacionan con la Inquisición fueron inventos de fabricación más reciente y no se tiene evidencia clara de su uso durante dicho periodo.
1. La Doncella de Hierro
Uno de los instrumentos de tortura más famosos, aunque su existencia real ha sido cuestionada, es la Doncella de Hierro. Consistía en un sarcófago de metal con puntas a manera de cuchillos en su interior que penetraban lentamente el cuerpo de la víctima cuando se cerraba. De llegar a ser cierto su uso, debió tratarse de un método de tortura bastante aterrador. Se dice que en realidad este instrumento fue creado en el siglo XIX por los protestantes del II Reich alemán y no durante la inquisición.
Doncella de Hierro en el museo de la tortura en Polonia/Wikimedia Commons |
2. La Rueda de la Tortura
También conocida como la rueda de romper, este dispositivo era utilizado para desmembrar a los acusados. La víctima era atada a la rueda, y los verdugos rompían sus huesos y articulaciones con barras de hierro antes de exponer el cuerpo para escarnio público. Su brutalidad era un espectáculo diseñado para aterrorizar a los observadores. Al romper los huesos, los verdugos empleaban una técnica para evitar que hubiera derrames internos, ya que el objetivo era que las extremidades pudieran doblarse y dislocarse causando el mayor tormento posible.
3. El Potro
El potro, o mesa de estiramiento, era una de las herramientas de tortura más extendidas que se dice se utilizaba en la Inquisición. Consistía en un marco donde la víctima era atada por las muñecas y los tobillos, mientras se giraban rodillos para estirar el cuerpo hasta causar dislocaciones. Este método sin duda es un ejemplo de la crueldad humana, sobre todo si nos ponemos a pensar que se trataba de la misma iglesia quienes promovieron este tipo de castigos.
Potro de tortura en la torre de Londres/Wikimedia Commons |
4. La Pera de Angustia
Conocido también como Pera Veneciana o Pera Vaginal, este artefacto metálico tenía una forma que podía expandirse mediante un tornillo. Se insertaba en la boca, el recto o la vagina, dependiendo del crimen del que se acusaba a la víctima, y se abría lentamente, causando dolor extremo y lesiones internas.
Pieza de museo en Salzburgo, Austria./Wikimedia Commons |
5. La Garrucha
Consistía en atar las manos del condenado tras la espalda, para después alzarlo lentamente por medio de una polea. Luego se le dejaba caer con violencia y se detenía a la víctima antes de llegar al suelo, de tal forma que se dislocaban las extremidades superiores. Si el peso del cuerpo no resultaba suficiente, se agregaba peso adicional amarrado a los pies.
Grabado de Jacques Callot en 1633/Wikimedia Commons |
6. Tormento del Agua
Consistía en atar al prisionero a una escalera inclinada o a un bastidor, con la cabeza más baja que los pies, introducirle un paño en la boca y se le iba echando agua, lo que poco a poco iba dificultando la respiración provocando una desesperante sensación de ahogamiento. El verdugo seguía vertiendo agua hasta que el abdomen se ponía duro y el estómago se reventaba.
Los métodos de tortura alimentaron un clima de miedo y paranoia que suprimió la disidencia y reforzó la autoridad eclesiástica. El legado de estos salvajes métodos de tortura persiste en la memoria cultural y nos da una muestra de los extremos a los que puede llegar el fanatismo. Y aunque se dice que la Inquisición tuvo su origen en España, la realidad es que se sabe que se inicio al sur de Francia como una manera de combatir la herejía cátara.
Aunque hoy en día se considera parte de un pasado oscuro, lo cierto es que la torura sigue existiendo no solo como parte de los métodos del crimen organizado para obtener información, ya que se sabe que dentro de la milicia de todo el mundo estas practicas son habituales.