• Abr 26, 2025

La Verdadera Historia de la Ouija: Entre Espíritus, Engaños y Otras Dimensiones

 
 
 
Pocas palabras despiertan tanta curiosidad y desconcierto como “ouija”. Con apenas cinco letras, este nombre evoca imágenes de tableros antiguos, sesiones espiritistas a media luz y testimonios aterradores de contactos con lo desconocido. En la cultura popular, la ouija ha sido presentada tanto como una herramienta inocente de curiosidad adolescente como una puerta peligrosa a entidades malignas. Sin embargo, ¿qué hay de cierto en todo esto? ¿Es la ouija un simple juego, una herramienta espiritual o algo más siniestro? 
 
 

Un origen más comercial que místico


Aunque muchos piensan que la ouija nació en oscuros rituales ancestrales o en alguna sociedad secreta, su origen es sorprendentemente moderno y comercial. El tablero fue patentado oficialmente en 1891 por Elijah Bond, un abogado y empresario estadounidense. El nombre "Ouija" —según cuenta la leyenda— fue obtenido durante una sesión en la que el tablero deletreó esa palabra. Algunos aseguran que proviene de la combinación de las palabras “oui” (sí en francés) y “ja” (sí en alemán), aunque esta explicación ha sido puesta en duda por historiadores.

Más allá de su misterioso nombre, el tablero fue comercializado como un juego de salón, al estilo de los juegos de mesa familiares. No fue sino hasta varias décadas después que la ouija comenzó a asociarse de manera más contundente con lo paranormal y el espiritismo.


A finales del siglo XIX y principios del XX, el movimiento espiritista estaba en auge. Miles de personas, en particular en Europa y Estados Unidos, participaban de sesiones espiritistas en las que se afirmaba contactar con el más allá. Era común que médiums utilizaran diversos métodos, desde golpeteos en la mesa hasta escritura automática.

La ouija se sumó rápidamente a estos métodos como una herramienta “más directa” y, sobre todo, más espectacular. En lugar de depender de un médium entrenado, cualquier persona podía sentarse frente al tablero, colocar sus dedos sobre el puntero (conocido como planchette) y comenzar a recibir mensajes supuestamente provenientes de espíritus desencarnados.

La promesa era simple: un puente entre el mundo de los vivos y los muertos, accesible desde la comodidad del hogar.

 
 

El salto al imaginario colectivo


El verdadero punto de inflexión cultural para la ouija llegó con la película El Exorcista (1973). Aunque su aparición es breve y no se le atribuye directamente la causa de la posesión, hay una escena en la que Regan, la niña poseída, menciona haber jugado con una tabla ouija para comunicarse con un “amigo invisible” llamado Capitán Howdy. Este detalle, aunque sutil, encendió la imaginación de millones y consolidó la asociación del tablero con fuerzas malignas. Desde entonces, su presencia en el cine de terror se volvió recurrente.

A partir de ahí, surgieron incontables relatos —tanto en medios como de boca en boca— de experiencias inquietantes: objetos que se movían solos tras usar la ouija, presencias sombrías que comenzaban a manifestarse en las casas, o incluso personas que desarrollaban síntomas de posesión o perturbación emocional luego de sesiones aparentemente inofensivas.


 

Casos documentados: entre el mito y la psique


A lo largo del siglo XX y XXI, numerosos casos han sido atribuidos al uso de la ouija. Algunos de los más célebres incluyen:

El caso de Estefanía Gutiérrez Lázaro (Vallecas, España, 1990): Esta joven adolescente habría participado en una sesión de ouija en su colegio, intentando contactar al novio fallecido de una amiga. A partir de entonces, empezó a sufrir convulsiones, alucinaciones y una serie de fenómenos paranormales en su casa, como voces, ruidos y objetos que se movían. Su muerte repentina —y sin explicación médica clara— alimentó el mito y fue base para la película Verónica (2017).

La familia de Pat Reading (Reino Unido, 1995): Afirmaron que una sesión con ouija desató meses de actividad paranormal, luces que se apagaban solas, figuras oscuras que cruzaban los pasillos y una atmósfera de creciente tensión psicológica. Aunque los estudios psicológicos hablaron de sugestión colectiva, otros investigadores encontraron consistencia en los relatos.

Sesiones universitarias en Estados Unidos (décadas de los 70 y 80): En muchas universidades se documentaron sesiones con resultados perturbadores, estudiantes que afirmaban recibir mensajes en idiomas que no conocían, pesadillas recurrentes y cambios bruscos de personalidad. Muchos de estos casos se interpretaron como fenómenos de histeria colectiva o disociación inducida.

Si bien la ciencia ha intentado explicar estos eventos a través de factores como la sugestión, el efecto ideomotor (movimiento inconsciente del cuerpo) y la necesidad de proyectar miedos internos, lo cierto es que en muchos casos los testimonios siguen resultando inquietantes y difíciles de descartar del todo.


La controversia del juego prohibido


A pesar de su origen como juego de salón, muchas religiones —en particular las de tradición cristiana— han advertido sobre los peligros de la ouija. La Iglesia Católica, por ejemplo, ha condenado su uso en múltiples ocasiones, argumentando que puede abrir la puerta a la influencia de entidades demoníacas. En algunos exorcismos documentados, los sacerdotes han señalado el uso del tablero como uno de los factores desencadenantes del malestar espiritual del paciente.

En paralelo, psicólogos y psiquiatras han advertido sobre su efecto en personas vulnerables. Se ha reportado que quienes ya padecen trastornos de ansiedad, disociación o esquizofrenia pueden ser más susceptibles a interpretar los movimientos del tablero como manifestaciones reales, lo cual puede agravar sus condiciones.

No obstante, para otros investigadores del fenómeno paranormal, la ouija sigue siendo una herramienta válida de comunicación con planos no físicos, aunque su uso debe hacerse con extremo cuidado y preparación.


 

¿Son espíritus... o algo más?


Uno de los aspectos más inquietantes que rodea a la ouija no es sólo la posibilidad de contactar con “almas en pena” o difuntos, sino la teoría de que los seres que responden no son quienes dicen ser. Investigadores como John Zaffis, sobrino del célebre demonólogo Ed Warren, han sugerido que en muchas sesiones, las entidades adoptan identidades falsas para engañar a los participantes y ganarse su confianza.

De este modo, lo que comienza como una conversación con un “niño perdido” o un “familiar fallecido”, termina en una espiral de manipulación, miedo y caos. Algunos expertos en demonología sostienen que estas entidades no pertenecen al mundo de los muertos, sino a otro plano de existencia, una dimensión paralela o un umbral entre lo humano y lo no humano, poblado por seres que se alimentan del miedo, la angustia o la fe ciega de sus víctimas.

Incluso dentro del ámbito de la ufología, ha surgido la hipótesis de que ciertos contactos a través de la ouija podrían no provenir de espíritus, sino de inteligencias no humanas que manipulan nuestra percepción de la realidad. Estas inteligencias podrían utilizar el simbolismo del más allá para acceder a nuestra mente, nuestras creencias y nuestras emociones más profundas.

 

 

Un espejo oscuro del inconsciente… o una puerta abierta


La ouija es, en última instancia, un símbolo. Para algunos, representa la capacidad del inconsciente para generar experiencias poderosas e incluso curativas. Para otros, es una puerta peligrosa que no debería abrirse a la ligera. Sea cual sea la postura, lo cierto es que su poder radica no en el cartón o la madera que la componen, sino en lo que representa: el deseo humano —eterno e inquebrantable— de comunicarse con lo que está más allá del velo.

Pero esa necesidad de contacto, de respuestas y de certezas puede ser también un camino resbaladizo. Porque si hay algo que nos han enseñado siglos de tradición esotérica, filosófica y teológica, es que no todo lo que responde al otro lado es quien dice ser.

Y entonces, la pregunta permanece abierta: ¿con quién hablamos realmente cuando usamos la ouija? ¿Con almas perdidas, con proyecciones mentales… o con entidades que no pertenecen a este mundo?

En La Vereda Oculta, te invitamos a reflexionar antes de mover el puntero. Porque quizá, en vez de invocar a un espíritu, estés abriendo la puerta a algo mucho más antiguo, más astuto… y mucho más ajeno a lo humano.
 
 
Imagen por Racheal Parkinson en Pixabay


La Verdadera Historia de la Ouija: Entre Espíritus, Engaños y Otras Dimensiones La Verdadera Historia de la Ouija: Entre Espíritus, Engaños y Otras Dimensiones Reviewed by Angel Paul C. on abril 08, 2025 Rating: 5

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