¿Somos una Granja Humana? La Oscura Teoría del Loosh y el Control Extraterrestre

 

 

Desde hace ya cientos de años, la humanidad ha intentado descifrar el propósito de su existencia. ¿Estamos aquí por casualidad? ¿Somos el resultado de un experimento divino? O peor aún, ¿podría ser que nuestra vida y emociones son explotadas por entidades que se alimentan de nuestra energía?

A lo largo de los años, investigadores y pensadores han propuesto una idea inquietante: el ser humano no es el depredador supremo del planeta, sino la presa de seres invisibles que operan en dimensiones superiores. Esta teoría, conocida como la Granja Humana, ha sido explorada por autores como Salvador Freixedo, Robert Monroe y Corrado Malanga, por mencionar algunos, cada uno desde una perspectiva diferente, pero con un hilo conductor en común, la existencia de entidades que manipulan nuestra realidad para cosechar nuestra energía.

Analicemos brevemente estas teorías, comparando sus puntos de vista y preguntándonos si hay evidencia suficiente para creer que nuestra realidad es mucho más siniestra de lo que imaginamos.

La Teoría de la Granja Humana: Salvador Freixedo y el Engaño de los Dioses

Salvador Freixedo, ex sacerdote jesuita y uno de los ufólogos más polémicos del siglo XX, dedicó su vida a investigar la relación entre los dioses antiguos, los extraterrestres y la humanidad. Su libro La Granja Humana plantea una hipótesis perturbadora, asegurando que lo que llamamos dioses no son más que entidades alienígenas que han manipulado a la humanidad desde sus orígenes, estableciendo sistemas de creencias y estructuras de poder para mantenernos bajo control.

Freixedo aseguraba que la humanidad es un recurso para estas entidades, una especie de "ganado" que produce energía emocional y devoción. Las religiones, los conflictos bélicos y las tragedias humanas no serían más que mecanismos diseñados para asegurar que nunca dejemos de producir esta energía. A lo largo de la historia, estas entidades han adoptado diferentes formas: dioses, ángeles, demonios, e incluso figuras políticas o espirituales influyentes.

Su visión encaja perfectamente con la idea de que la Tierra es un corral cósmico, donde los humanos no son más que piezas en un tablero de ajedrez manejado por inteligencias superiores. Según él, la única forma de escapar de este sistema es cuestionar toda creencia impuesta y desarrollar una conciencia independiente.

 

 

El Loosh de Robert Monroe: La Cosecha de Energía Emocional

Robert Monroe, pionero en la investigación de los viajes extracorporales, descubrió algo inquietante en sus experiencias fuera del cuerpo. En su libro Viajes Lejanos describe cómo, en un estado de conciencia expandida, logró percibir una estructura oculta en la que la humanidad estaba inmersa. A partir de sus exploraciones, concluyó que la Tierra es un gigantesco generador de energía emocional, una fuente de loosh que es cosechada por seres de una realidad superior.

El loosh, según Monroe, es la energía que se desprende de las emociones humanas, especialmente aquellas relacionadas con el sufrimiento, el miedo y el conflicto. Estos sentimientos producen una vibración intensa que es recolectada por entidades que operan más allá de nuestra percepción. Monroe no identificó con precisión a estos seres, pero dejó claro que sus intenciones no eran muy buenas que digamos.

Si esta teoría es cierta, entonces la perpetua inestabilidad de la humanidad no sería accidental, sino parte de un diseño meticuloso. Las guerras, el caos económico, la desesperación y la lucha constante podrían no ser fallos del sistema, sino su propósito principal.

Monroe también sugirió que el sistema de reencarnación podría estar diseñado para reciclar almas y mantener el suministro de loosh en constante flujo. En otras palabras, cuando una persona muere, su alma es atraída de vuelta a la Tierra, impidiendo que escape del ciclo de explotación.

Esta visión de la realidad nos plantea un dilema filosófico: Si el sufrimiento humano es el motor de este sistema, ¿cómo podemos liberarnos de él? 

 

Para Monroe, la clave estaba en trascender el miedo y alcanzar estados elevados de conciencia.

 

 

Corrado Malanga y el Robo del Alma: La Manipulación Extraterrestre

Corrado Malanga llevó la teoría de la Granja Humana un paso más allá, incorporando elementos de la abducción extraterrestre y el control interdimensional. En su extensa investigación sobre los testimonios de abducidos, Malanga llegó a la conclusión de que los extraterrestres no solo manipulan a la humanidad en un nivel físico, sino que buscan algo aún más valioso: el alma.

Según Malanga, las abducciones no son simples experimentos científicos, sino operaciones meticulosas donde los alienígenas implantan mecanismos de control en la mente humana para asegurar su dominio sobre la energía espiritual. La razón de esto es que estas entidades han perdido la conexión con su propia esencia y dependen del alma humana para sobrevivir.

Identificó varias razas involucradas en este proceso: los Grises, que actúan como operarios; los Reptilianos, que manipulan estructuras de poder en la Tierra; y los Lux, entidades luminosas que engañan a los humanos haciéndose pasar por guías espirituales.

Para Malanga, la clave para liberarse de este sistema radica en la unificación de la conciencia, lo que significa alinear cuerpo, mente y alma en un solo propósito. Creía que solo aquellos que logran este equilibrio pueden escapar del control extraterrestre y evitar ser utilizados como fuentes de energía.

 

 

¿Una Prisión Cósmica? Puntos en Común y Diferencias

A pesar de las diferencias en sus enfoques, las teorías de Freixedo, Monroe y Malanga convergen en varios puntos clave:

•     La humanidad es explotada por entidades no visibles que cosechan su energía.

 

•     Estas entidades manipulan nuestra percepción de la realidad para mantenernos atrapados en un ciclo de producción energética.

 

•     El sufrimiento y el miedo son herramientas de control utilizadas para asegurar que nunca escapemos del sistema.

 

•     La liberación es posible, pero requiere un despertar de conciencia que permita ver la estructura oculta detrás de nuestra existencia.

 

Sin embargo, también existen diferencias en sus planteamientos. Mientras Freixedo interpretaba a estas entidades como dioses antiguos que han utilizado la religión como herramienta de control, Monroe veía el problema desde un punto de vista energético, sin asignar una identidad específica a los cosechadores de loosh. Por su parte, Malanga ofrece una versión más concreta, sugiriendo que los extraterrestres son los responsables directos del sometimiento humano.

 

 

 

David Icke y Anton Parks: El control extraterrestre

 

Por su parte, David Icke y Anton Parks han desarrollado teorías que coinciden con la idea de la humanidad como una especie controlada por entidades superiores, aunque desde enfoques distintos.

David Icke, conocido por su teoría sobre los Reptilianos, plantea que una raza de seres interdimensionales, a los que llama Arcontes, ha manipulado la sociedad humana desde su aparición. 

 

Según Icke, estos seres operan desde una frecuencia invisible y utilizan a las élites políticas y financieras como marionetas para mantener a la humanidad en un estado de miedo y sumisión, asegurando así un suministro constante de energía emocional negativa. Su visión coincide con la de Freixedo y Monroe en cuanto al uso del miedo como mecanismo de control, pero Icke enfatiza la manipulación social y política como la clave del sistema de dominación.

Por otro lado, Anton Parks se enfoca en la conexión entre la mitología sumeria y la influencia extraterrestre en la humanidad. En sus investigaciones, identifica a los Anunnaki y a los Gina'abul como razas que intervinieron en la evolución humana, alterando nuestro ADN para convertirnos en una especie servil. Según Parks, estos seres no solo manipularon la genética humana, sino que también establecieron las primeras civilizaciones, diseñando estructuras religiosas y de poder para perpetuar su dominio. Su visión se alinea con la de Malanga en cuanto al papel de los extraterrestres como arquitectos del sistema de control.

Ambos autores coinciden en que la humanidad ha sido mantenida en una prisión perceptual donde la verdadera naturaleza de la realidad ha sido oculta. Sin embargo, difieren en los métodos y las entidades que identifican como responsables del control.

 

 

¿Cómo Salir del Juego?

Si alguna de estas teorías es cierta, la humanidad enfrenta un problema existencial monumental. ¿Somos realmente seres autónomos o simples engranajes en una maquinaria de explotación energética?

La única vía de escape que todos estos investigadores sugieren es el desarrollo de la conciencia. Dejar de reaccionar con miedo, cuestionar la realidad impuesta y explorar dimensiones más allá de la materialidad podrían ser los primeros pasos para liberarnos del control invisible al que estamos sometidos.

Sin embargo, si todo esto es cierto, surge una pregunta aún más inquietante: si los cosechadores de energía han diseñado nuestra realidad para mantenernos atrapados, ¿hasta qué punto tenemos realmente el poder de escapar?

Quizás la respuesta no esté en rechazar la existencia de estas entidades, sino en comprenderlas. Tal vez la clave no sea la resistencia, sino el conocimiento. ¿Y si la verdadera batalla no es contra los dioses, los extraterrestres o los seres interdimensionales, sino contra nuestra propia ignorancia?

La decisión de explorar estas posibilidades queda en manos de cada uno. ¿Se atreverían ustedes cuestionar la realidad?